Carlos Wagner involucra a firmas José Cartellone y Vial Agro

El extitular de la Cámara de la Construcción en Argentina, Carlos Wagner, reveló como operó la red de sobornos durante los gobiernos de Néstor Kirchner y su esposa.

En este escándalo de corrupción denominado “Cuadernos de la Corrupcion”, Wagner declaró que las empresas constructoras José Cartellone y Vial Agro, entre otras, están involucradas en el reparto de obra pública.

Recientemente, las firmas mencionadas se adjudicaron la construcción de autopistas y rutas seguras bajo la modalidad Participación Pública Privada (PPP). Enterado el Gobierno de la confesión de Wagner (según publica el diario La Nación), funcionarios declararon que “por ahora no hay motivos legales para retirarles las adjudicaciones”.

“El contrato PPP no permite que hechos judiciales por sentencias posteriores a las adjudicaciones alteren el resultado de la licitación” explicó un funcionario al medio El Clarín. Aseguró que, en cierta forma, esa cláusula les da más seguridad a las empresas contratadas.

“Si una empresa no logra cerrar el financiamiento se le ejecutan las garantías que tenemos en nuestro poder, equivalentes al 10% del monto de la obra, y eventualmente tendremos que re licitar la obra en cuestión”, aceptan en el Gobierno.

Vial Agro participa de un consorcio que se adjudicó el llamado Corredor A, junto a las firmas Paolini Hnos y la empresa italiana INC SpA. Presentaron una oferta de US$1.002 millones y se encargarán de las obras de la ruta nacional 3, en el tramo Las Flores-Azul-Tres Arroyos-Coronel Dorrego (407,18 kilómetros) y la ruta nacional 226 en el tramo Olavarría – Azul – Tandil – Balcarce y Mar del Plata (300 kilómetros).

José Cartellone Construcciones Civiles presentó una oferta de US$801 millones y se quedó con el llamado Corredor C. Este corredor de tres segmentos por un total de 778,39 kilómetros, va desde el empalme de la ruta nacional 7 con el Acceso Oeste en Luján, hasta el límite entre las provincias de Córdoba y Mendoza (590,74 kilómetros).

Según señaló Wagner, Néstor Kirchner decidió que los contratos de obras públicas serían “uno de los métodos de recaudación de dinero para los gastos públicos”. Se estima que los sobornos recibidos bordean los US$160 millones.

¿Cómo funcionaba esta red de sobornos? Los interesados compraban los pliegos y luego se reunían en distintos lugares para determinar al ganador. “Una vez adjudicada la obra, el compromiso era abonar para gastos políticos”. Los montos equivalían al 10% y 20% del costo total de la obra, indicó Wagner.

Fuente: Clarín

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