Argentina decidió paralizar la construcción de nuevas rutas y autopistas en el país . Se trata de millonarias obras que se deben llevar a cabo bajo el esquema de los llamados Proyectos de Participación Público Privada (PPP) que implican desembolsos por US$15.000 millones hasta el 2029.
Los proyectos se anunciaron el año pasado por el Ministerio de Transporte de la Nación y comprenden la construcción y puesta a punto de rutas nacionales agrupadas en la Red de Autopistas y Rutas Seguras y obras que se dividen en tres etapas, que en conjunto involucran un desembolso superior a los US$12.500 millones durante los primeros cuatro años, a los que se le suman otros US$4.200 millones en los siguientes once.
El proyecto inicialmente obligaba a que el 75% de las obras se debían iniciar en los primeros dos años del proceso. Es decir, entre el 2019 y el 2020. Pero los resultados electorales que implican un seguro cambio de gobierno a partir de diciembre próximo y el nuevo salto del dólar pusieron en un impasse el megaplan.
Fuentes oficiales admitieron que las obras todavía no se iniciaron "entraron en un paréntesis" hasta que se acomoden las viables marcoeconómicas.
Cuando en enero del año pasado, la Dirección Nacional de Vialidad publicó el llamado a oferta pública para estos corredores viales cuando el riesgo país era de 372 puntos, y la tasa de interés de referencia del Banco Central se encontraba en el 28%.
Una foto totalmente desdibujada si se la compara con el escenario actual, que también incluye el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se convirtió en un freno adicional a la iniciativa al tener el Gobierno que cumplir con un fuerte plan de ajuste para alcanzar la promesa del déficit cero.
Obra pública por sistema PPP en Argentina se paraliza
Argentina decidió paralizar la construcción de nuevas rutas y autopistas en el país . Se trata de millonarias obras que se deben llevar a cabo bajo el esquema de los llamados Proyectos de Participación Público Privada (PPP) que implican desembolsos por US$15.000 millones hasta el 2029.
Los proyectos se anunciaron el año pasado por el Ministerio de Transporte de la Nación y comprenden la construcción y puesta a punto de rutas nacionales agrupadas en la Red de Autopistas y Rutas Seguras y obras que se dividen en tres etapas, que en conjunto involucran un desembolso superior a los US$12.500 millones durante los primeros cuatro años, a los que se le suman otros US$4.200 millones en los siguientes once.
El proyecto inicialmente obligaba a que el 75% de las obras se debían iniciar en los primeros dos años del proceso. Es decir, entre el 2019 y el 2020. Pero los resultados electorales que implican un seguro cambio de gobierno a partir de diciembre próximo y el nuevo salto del dólar pusieron en un impasse el megaplan.
Fuentes oficiales admitieron que las obras todavía no se iniciaron "entraron en un paréntesis" hasta que se acomoden las viables marcoeconómicas.
Cuando en enero del año pasado, la Dirección Nacional de Vialidad publicó el llamado a oferta pública para estos corredores viales cuando el riesgo país era de 372 puntos, y la tasa de interés de referencia del Banco Central se encontraba en el 28%.
Una foto totalmente desdibujada si se la compara con el escenario actual, que también incluye el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se convirtió en un freno adicional a la iniciativa al tener el Gobierno que cumplir con un fuerte plan de ajuste para alcanzar la promesa del déficit cero.
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